martes, julio 17, 2007

Felisa me muero

Cargué en el blog auxiliar de 100 volando un artículo de Ambito Financiero de hoy que reproduce párrafos de lo expuesto por el fiscal de la causa, clarísimos. Lo que no deja de asombrarme (será que soy en el fondo más ingenuo de lo que querría) es que el mismo gobierno que hace gala de ser puro y luchar contra la corrupción sea el gobierno corrupto que tenemos. El cinismo no es la cualidad más difícil de encontrar, es parte necesaria en la lucha por el poder, pero es de todas maneras muy llamativo.

Link: El origen del dinero era espurio

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo que alguna vez escribiste un post sobre como todo acto (aun uno aberrante) puede ser pensado como facilitador de algo positivo.

Un acto de tan explicita y evidente corrupcion como el de Miceli, creo que no se observo ni siquiera en la epoca de Menem. Lamentablemente, no noto el la calle una indignacion/reprobacion similar a la que si existe respecto de 'los 90' en materia de corrupcion.

Esto que ocurrio, en cualquier pais medianamente sensato, seria suficiente como para destruir una presidencia. No me imagino al presidente americano, al frances o al ingles sobreviviendo a un caso de corrupcion tan burdo.

Faltan 3 meses para las elecciones. En este caso, el descarado acto de Miceli, facilitara conocer un poco mas como votamos los argentinos.

Victor dijo...

Alejandro:

Me parece que lo peor de todo esto es que a la mayoría de gente -no les importa- aceptan que robar es parte de las atribuciones de un funcionario. Puede ser que todavía queden algunos cándidos que se hayan sentido desilusionados porque “la gente que piensa” también roba, pero deben ser muy pocos.

Es muy lamentable el nivel de cinismo y relaje al que llegamos.

Sin analizar custiones politicas o económicas, concretamente: hoy van a morir de frió y hambre algunos chicos, otros miles van a terminar el año con un déficit de nutrientes que los va a dejar handicapped de por vida. Otros millones no tuvieron, ni van a tener acceso a educación cosa que los deja desconectaos –para siempre- . Esto tampoco a nadie le importa.

Todo esto pasa mientras estos hijosderemilputas siguen robando y mintiendo, ostentando su vulvismo progresista siliconado.

(como prueba de la cleptomanía argentina, te robé el neologismo)

Saludos

Francisco D'Anconia dijo...

Creo que nunca vi a ningún gobierno salir a defender con tanta arrogancia este caso y el de Picolotti, dos casos de corrupción tan notorios que no admiten esa clase de defensa. Este gobierno que se presenta a sí mismo como la transparencia misma, termina mostrando casos de corrupción aún peores que los de la década del '90. Todavía no puedo entender como después de esto el presidente y su esposa tengan tanta imagen positiva e intención de voto.
Esteban.

Anónimo dijo...

Alejandro:

Discrepo absolutamente con los comentarios que rezan que éste acto de corrupción le gana el podio a ciertos casos noventosos.

Y no discrepo por que la gestión de Menem me haya parecido más corrupta en todos y cada uno de sus aspectos. Discrepo por que me parece furia mal encarada. Pues creo que lo repudiable es el acto corrupto en cuestión, y no la magnitud del mismo.

Tenemos un puñado de delitos que pueden reventar de una vez y para siempre la malganada imagen impoluta del pingüino y su gestión... ¿y lo único que nos sale es patalear recordando lo mucho que se bardeó a Menem (terrible criminal si los hay) por cosas supuestamente menos pesadas?

Adhiero al comentario de Victor, pero cambio "Cinismo y Relajo" por "Posmodernismo".

Abrazo grande,
Daniel.

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