miércoles, agosto 17, 2005

De bono: 6 puntos para un resumen básico


Edward dice (no es cita, es compendio de ideas, y es lo que estuvimos trabajando en la segunda clase del curso que estoy dando sobre sus ideas):

  • La cualidad más valiosa del pensamiento es su posibilidad de inventar, diseñar, proponer, construir.

  • La facultad crítica es una parte menor, importante pero estéril, y no tenemos que anclarnos en ella.

  • El pensamiento tiene sentido en la medida en que da lugar a acciones, intervenciones en la realidad en la que estamos inmersos.

  • El pensamiento es una capacidad que puede entrenarse. La educación nos volvió capaces de análisis y conocimiento, pero no de diseño. Podemos aprender. Sus técnicas y procedimientos pueden capacitarnos.

  • Desplegar la creatividad es posible en la medida en que seamos capaces de ver las cosas desde otro punto de vista o, más precisamente, a partir de otros patrones de sentido que los habituales.

  • Una de las formas en la que tal cosa se hace posible es a través de la provocación: ofrecerle al camino del pensamiento un estímulo que lo descoloque y lo haga tener que incorporar elementos distintos a los que le resultan conocidos.

3 comentarios:

Raquel Barbieri dijo...

"La facultad crítica es una parte menor, importante pero estéril, y no tenemos que anclarnos en ella".
¡Es bueno ese pensamiento!

Me hace acordar a cuando Tortzov, el maestro de Stanislavski, los mandó a crear un personaje para el cual podían utilizar cualquier cosa que estuviera disponible en los talleres de sastrería del teatro:indumentarias, maquillajes, accesorios.
Muchos se vistieron de personajes ya inventados, pero Constantin S. no encontraba lo que buscaba... el tiempo se terminaba y él todavía estaba en veremos. Hasta recibió algunas burlas de sus pares por su aparente incapacidad de decisión.
Los demás ya tenían todo resuelto: Príncipe, Princesa, Duende, Bruja, soldado, etc.
Entonces, Stanislavski encontró un inmenso trapo sucio gris manchado como de grasa de maquinarias y se lo puso encima. Entusiasmado, abrió el estuche de los maquillajes y se manchó la cara de verde y se miró al espejo un instante: Dudó. Entonces, superpuso otros colores y refregándose el rostro, descubrió que de tanta mezcla, había logrado el color del excremento,,,, Ya había logrado lo que quería y no sabía expresar hasta el momento.

Se puso una peluca espantosa con las mechas para cualquier lado y salió al escenario donde lo esperaban el Maestro Tortzov, algunos otros eminentes y los compañeros de curso.
Cuando lo vieron, se hizo un gran silencio en la sala y con voz seca, el maestro le preguntó:
-¿Quién es usted?
- ¡EL CRÍTICO! (respondió Constantin Stanilavski)

La crítica es necesaria. Sobre todo, hacia los políticos porque ellos están ocupando un lugar que les dimos y cobran mucho dinero,,, deben ocuparse de nuestras cuestiones sociales, porque si no criticamos, ellos siguen para ver hasta dónde da la cuerda.
Pero cuando la crítica se convierte en el eje de la vida de alguien, es como que ese alguien se pusiera en un lugar de superioridad y entonces, desde ese sitio no es posible apreciar lo que hace el otro.
(Aclaro que estoy pensando más en los críticos literarios y artísticos, a quienes me gustaría ver creando algo).

Me quedé con las ganas de hacer tu curso. Ese día trabajo hasta tarde.

Sine Metu dijo...

¡Qué difícil es posponer la crítica!

esteban dijo...

Fuimos formados en el pensamiento crítico. La crítica prestigia, como una ropa de marca: es una manera de vestir la cabeza y mostrarla para admiración del público (amigos, vecinos, señoritas interesantes, etc.).Pero estamos tan pasados de rosca con la crítica que nunca desandamos el camino.A ver si de Bono nos ayuda (de la mano nuestro buen Alejandro).
Me prendería en la cena postcurso...si mi mujer- esa señora digna de todas las críticas- me deja. Saludos
Esteban

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